DÍA DE LA MUJER

DÍA DE LA MUJER

Con un café bebido y solo un vestidito encima de la malla salí a caminar descalza, natural, con el alma suelta, salvaje, despojada de todo peso momentáneo.

En los oídos la música a todo volumen. Con rock a fondo para dejar ir a los pensamientos, que insistentes, querían invadir el regalo que tenía planeado hacerme.

Caminé por la orilla del mar hasta donde cada tanto, solo cada tanto cruzaba a alguien. Observé a muchos y me detuve en pocos.

La música me llevó a mis años de facultad, pasando por recuerdos de mi hija chiquita jugando en la arena, me hizo cantar al aire cuando nadie escuchaba temas que escuché en “Sin Copas”, un barcito perdido en el barrio gótico de Barcelona, me sentí caminando en un viaje sin fin como lo hice en Cabo del Hebro, con el brillo del sol en el agua y ahí, en plena soledad descansé.

Enraicé en la orilla del mar infinito, descargué lo que no era mío y atada a un hilo dorado que me protegía y empoderaba me zambullí al mar para llenarme de energía nueva.

Tomé sol… imaginé otra historia, un cuento diferente pero este es mi cuento, mi historia. Me pensé en todas mis versiones pero soy la que hoy soy, la que construí con todas las experiencias vividas y la que aprende con las herramientas que cada uno de los que me rodea me brinda a su manera.

Lucho… si mucho, pero ni más ni menos que otros. Rio, si claro mucho con disfrute y a carcajadas. Lloro… un montón y con congoja. Grito… por demás y al pedo. Trabajo, si quien pudiera no hacerlo, no? Viajo, si cada vez que puedo. Aprendo, todo lo que está a mi alcance. Escucho música, bailo como una loca hasta que los pies me arden, salgo, me divierto, me gustan las fiestas, los recitales y me parece un embole la rutina solo necesaria para organizarme. Hablo hasta por los codos. Y descubrí no hace mucho que me gusta escribir y lo hago para descargarme. Soy todo eso y mucho más y mucho menos. Soy hija, madre, hermana, amiga, novia, ex mujer, nuera, ex nuera, tía, sobrina y sobre todo yo. Soy yo sin tapujos, sin reservas.

Querida mucho y no tanto, me quedo y agradezco por lo bueno y lo malo de esta vida, porque de cada cosa algo bueno resulta.

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